El Grupo Scout Margyjp se fue de acampada de grupo a Sierra Espuña, donde tornaban buenos tiempos en el horizonte.
Cada rama montó sus tiendas, enseñándoles a los nuevos como se hacía ya que para muchos de ellos era la primera vez que montaban una “canadiense” con todos los riesgos que conllevan.
Para esa tarde se organizó una gymkhana ambientada en el “Bosque Mágico” con personajes tales como gnomos, duendes, hadas, setas… pero también se escondían por las profundidades del bosque algún que otro troll y un mago malvado, que sólo buscaban robar a los pobres niños que merodeaban por aquellos recónditos lugares, y como en todo cuento de hadas, en contraposición de lo vil había un druida que lo daba todo sin esperar nada a cambio.
Tras completar todas las pruebas y recolectar todos los ingredientes pudieron conseguir confeccionar la pócima con la ayuda del druida.
Al caer la noche, una pequeña e improvisada velada dio ese calor que tanto nos hacía falta y para poner el broche de oro a la gélida noche, un “Pasalacabra” para aplicar los conocimientos adquiridos o inventárselos. Tras terminar las actividades nocturnas todos corrieron como conejos a sus madrigueras, para salvaguardarse del frío.
Por la mañana tocaba desmontar cosa que no gusta a nadie porque significa que se acerca la despedida, pero esa mañana con el sol en lo alto propició que los dinámicos juegos se realizaran con fluidez y tras la última comida, llegó el bus y tuvimos que cantar la canción de la despedida.
Ahí quedará para el recuerdo una acampada sobresaliente del Grupo Scout Margyjp. (Ismael Pelegrín).